
EcoHeritage es un caso real de proyecto a través del cual queremos compartiros nuestra experiencia acompañando a un consorcio internacional desde la idea inicial hasta los resultados y, lo más importante, el impacto, sorteando imprevistos y buscando soluciones prácticas que forman parte de la gestión diaria de un proyecto europeo.
Convertir una idea en una propuesta financiada
Muchos proyectos europeos empiezan con una necesidad compartida o una idea con potencial. En el caso de EcoHeritage, esta idea giraba en torno a los ecomuseos y su papel como herramientas para preservar el patrimonio desde las propias comunidades, a través de modelos de gestión participativa impulsados por ellas mismas. El Centro de Excelencia Internacional en Patrimonio (CEI Patrimonio), liderado por la Universidad de Jaén, ya trabajaba en esta línea y buscaba ampliar su impacto a nivel europeo.
Sin embargo, para conseguir financiación no basta con tener una idea clara. El proceso de solicitud exige traducir esa visión en una propuesta sólida, que encaje con las prioridades del programa (en este caso, Erasmus+), que muestre claramente el valor añadido europeo, y que demuestre capacidad real de ejecución, con un plan de trabajo, presupuesto y asignación de tareas bien diseñados. Ahí fue donde nos implicamos: ayudando a dar forma a la propuesta, a buscar los socios adecuados y a preparar toda la documentación necesaria.
¿Qué es EcoHeritage?
EcoHeritage (Ecomuseums as a collaborative approach to recognition, management and protection of cultural and natural heritage) es un proyecto cofinanciado por el programa Erasmus+ en el marco de la acción clave «Cooperación entre organisaciones e instituciones», concretamente en la línea de alianzas estratégicas para la educación de adultos. El proyecto tuvo una duración de dos años y medio (desde diciembre de 2020 hasta mayo de 2023) y contó con una subvención de 304.929,00€.
El objetivo general de EcoHeritage es contribuir a la concienciación y consolidación de los ecomuseos como modelo de gestión sostenible y colaborativa del patrimonio para el desarrollo del crecimiento económico y la cohesión social en las comunidades rurales de los países del consorcio.
El proyecto, coordinado por el Centro de Excelencia Internacional en Patrimonio (CEI Patrimonio), unía a socios de Italia (Universidad de Milano-Bicocca y Ecomuseo de Parabiago), Polonia (Fundación de Personas y Lugares Activos), Portugal (MINOM-ICOM (Movimiento Internacional para una Nueva Museología) y Universidad Lusófona) y España (Universidad de Alcalá y OnProjects). Con diferentes perfiles, como universidades, entidades culturales y profesionales del patrimonio, cada socio aportaba su propia experiencia local para desarrollar el contenido técnico del proyecto, mientras que OnProjects, consultora en gestión y comunicación de proyectos europeos, se encargó de garantizar que los objetivos del proyecto se alinearan con los del programa y de asegurar una buena coordinación entre los socios.
Empezar un proyecto en medio de una pandemia
Poco después de conseguir la financiación, llegó la pandemia de COVID-19, que nos obligó a cambiar los planes iniciales. Tuvimos que adaptar el calendario previsto, cancelar las reuniones presenciales y resolver dudas prácticas sobre cómo seguir avanzando sin perder la cohesión del equipo.
Esta situación nos llevó a replantearnos muchas cosas. Por ejemplo, cómo se recogían los datos para los informes o cómo se coordinaban los equipos a distancia. Decidimos aumentar la frecuencia de las reuniones virtuales, adaptar las metodologías de trabajo y priorizar tareas que pudieran avanzar pese a las circunstancias. Además, las reuniones virtuales tuvieron que incluir elementos para dinamizar y cohesionar el equipo, que solemos incluir en las reuniones presenciales, adaptándolos a este formato.
Durante varios meses, la gestión del proyecto se convirtió en un ejercicio de seguimiento constante, ajustes semanales y resolución de dudas administrativas que surgían con cada cambio. La flexibilidad en la gestión fue esencial para mantener la calidad del proyecto sin comprometer los plazos ni los objetivos.
La complejidad de trabajar con equipos diversos
Uno de los retos menos visibles, pero más determinantes en los proyectos europeos, es la gestión de equipos multiculturales. Las formas de trabajar, las expectativas y los tiempos son diferentes y requieren un enfoque comprensivo, pero también claro y con determinación. En este caso, EcoHeritage reunió a entidades culturales, instituciones académicas y profesionales del patrimonio de distintos países europeos. Cada entidad aportaba su propio enfoque, con distintas formas de organizar el trabajo y entender los ritmos del proyecto.
Gestionar esa diversidad supuso establecer canales de comunicación claros, asegurar que todo el mundo entendiera los compromisos asumidos y tener cierta flexibilidad ante imprevistos. Esto permitió mantener una línea de trabajo coherente y facilitar la comprensión mutua entre los socios, generando un ambiente que favoreció incluso la creación de futuras sinergias.
Resultados que aportan valor más allá del proyecto
EcoHeritage ha sido reconocido oficialmente como ejemplo de buena práctica por el programa Erasmus+. Uno de sus principales logros fue la creación de una plataforma de formación con licencia Creative Commons para apoyar a las comunidades interesadas en crear ecomuseos y promover iniciativas de gestión participativa del patrimonio. Entre sus resultados se encuentran:
- Plataforma formativa gratuita y multilingüe, con recursos teóricos y prácticos sobre ecomuseos.
- Red Europea Online de Ecomuseos, un espacio de colaboración digital entre instituciones, ecomuseos y profesionales para el intercambio de experiencias y retos comunes.
- Informe transnacional, que analiza el estado de los ecomuseos en Italia, Portugal, Polonia y España.
- Manual de buenas prácticas con casos de estudio reales y útiles para quienes buscan replicar modelos similares.
- Módulos formativos que ponen el foco en la sostenibilidad y la participación comunitaria como pilares de la gestión patrimonial.
Todos estos recursos están disponibles en learning.ecoheritage.eu, en inglés y en los idiomas del consorcio: italiano, español, portugués y polaco.
Además de los recursos generados, el proyecto dejó aprendizajes valiosos: desde cómo diseñar formaciones útiles para comunidades con acceso limitado a estos contenidos, hasta estrategias efectivas para documentar y compartir buenas prácticas.
Otro de los logros más significativos fue la capacidad del proyecto para generar un impacto positivo a largo plazo, más allá de los resultados tangibles. EcoHeritage no solo proporcionó contenidos relevantes para la preservación y gestión sostenible y colaborativa del patrimonio cultural y natural, sino que también fortaleció las capacidades internas de las organizaciones participantes, fomentó nuevas sinergias, consolidó una red activa de personas comprometidas con los principios de la museología comunitaria y amplió la proyección internacional de los socios involucrados.
Lecciones aprendidas en el camino
Hay aprendizajes que solo se adquieren con la experiencia directa. Uno de ellos es comprender que, aunque los proyectos europeos estén bien diseñados, requieren ajustes sobre la marcha. La capacidad de adaptación es tan importante como un buen plan inicial.
Acompañar iniciativas de este tipo es, en muchas ocasiones, un trabajo artesanal. Más allá de cumplir con los requisitos del programa, implica construir relaciones de confianza, mantener estructuras de colaboración y encontrar soluciones prácticas ante desafíos imprevistos.
El caso de EcoHeritage demuestra que una gestión eficiente no solo permite alcanzar los objetivos previstos, sino que también convierte un proyecto en una experiencia transformadora, con un impacto real y duradero.
¿Buscas un socio con experiencia para la gestión de tu proyecto europeo? Estamos aquí para ayudarte.
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