Las zonas rurales de toda Europa se enfrentan a un entorno complejo, con desafíos como las escasas oportunidades profesionales, las deficientes infraestructuras y la continua emigración de jóvenes cualificados a las zonas urbanas. Estas tendencias han provocado una escasez crítica de mano de obra cualificada, lo que agrava aún más la situación económica de las comunidades rurales. Además, los agricultores jóvenes son un grupo demográfico en declive, y solo un pequeño porcentaje dirige explotaciones agrarias, lo que agrava la brecha generacional en el sector.
Sin embargo, las zonas rurales también ofrecen un gran potencial, con numerosas iniciativas innovadoras de jóvenes emprendedores sociales y profesionales de la agricultura. Reconociendo esta dualidad, el proyecto CORE se diseñó para abordar las causas profundas del desempleo juvenil en las zonas rurales y agrícolas. CORE combina la experiencia de organizaciones juveniles rurales y agrícolas, instituciones académicas y agentes del sector privado para apoyar a los jóvenes, dotarles de las herramientas y los conocimientos necesarios para prosperar y revitalizar las zonas rurales mediante soluciones sostenibles.
El proyecto también utiliza la investigación, el diálogo colaborativo y la promoción para concienciar sobre los retos específicos a los que se enfrenta la juventud rural. Al abordar cuestiones críticas como la desigualdad de género, las carencias educativas y la falta de competencias tecnológicas, CORE pretende convertir estos retos en oportunidades y garantizar un futuro prometedor para las comunidades rurales y el sector agrícola de Europa.