El declive demográfico reciente afecta de manera desigual a Europa: se enfrentan a altas tasas de despoblación, mientras que las zonas urbanas experimentan mayores concentraciones de población. La despoblación rural plantea un desafío social importante debido al riesgo de exclusión y pobreza. El riesgo de exclusión social afecta al 27,1% de la población en áreas rurales, mientras que en las ciudades al 24,3%. Dado el valor cultural y natural de las zonas rurales, el patrimonio puede ser una fuente de desarrollo.
EcoHeritage promueve los ecomuseos como un enfoque sostenible para gestionar el patrimonio, fomentando el crecimiento económico y la cohesión social en las comunidades rurales de los países participantes en el proyecto.