Más del 40% de las casas del patrimonio europeo pertenecen a familias. Estas casas aportan múltiples contribuciones a la UE, incluyendo beneficios culturales, sociales, educativos y medioambientales que que van más allá de los límites físicos de sus propiedades. Desde el punto de vista cultural, acogen actividades como conciertos, festivales, obras de teatro, exposiciones y programas de artistas residentes. Desde el punto de vista social, implican a las comunidades locales, a los voluntarios, a los escolares y a las asociaciones locales en sus actividades.
Estas contribuciones ayudan a fomentar la cohesión social en toda Europa al encarnar una «identidad europea» y, en particular, ayudan a preservar los vínculos sociales en las zonas rurales. Además, contribuyen sin duda al turismo, ya que las casas patrimoniales de propiedad familiar de toda Europa han acogido a unos 52 millones de visitantes en 2018.
Sin embargo, la crisis COVID-19 ha tenido un impacto dramático en el turismo relacionado con las casas patrimoniales. La mayoría de las casas dependen completamente de los ingresos públicos durante los meses de primavera y verano. Aunque en algunos países los gobiernos han introducido medidas para pagar los salarios o financiar el desempleo económico, algunos trabajos no pueden realizarse a distancia y se han suprimido muchos empleos estacionales.
Además de esta situación catastrófica, las casas históricas europeas se han enfrentado a retos como que el 45% de los propietarios privados operen con pérdidas e inyecten fondos personales a la actividad empresarial para mantener su edificio abierto al público. Una publicación sobre las casas patrimoniales de propiedad familiar pone de manifiesto una laguna en la formación digital actual de los propietarios de casas históricas.
Como resultado de la falta de visibilidad, no son capaces de mantener y restaurar el patrimonio común europeo y están limitados en sus capacidades para emplear personal. En última instancia, esto provoca el estancamiento de las comunidades locales en las que es su único valor turístico.
HERIT se centrará en la aplicación de las recomendaciones políticas de la UE mediante la creación de capacidades en materia de competencias digitales en colaboración con la enseñanza superior y las organizaciones nacionales y europeas. Los principales grupos destinatarios de este proyecto incluyen a todos los interesados clave (propietarios privados actuales y futuros, terratenientes, empleados de casas históricas, etc.), que se ocupan de las casas históricas, con especial atención a las propiedades familiares. Estos grupos tienen una necesidad reconocida a la que este proyecto dará respuesta.
El objetivo general de este proyecto es proporcionar la formación necesaria a los propietarios privados y a sus empleados para que puedan superar los impactos de la crisis COVID-19 desarrollando y profesionalmente las actividades digitales relacionadas con la comunicación y el patrimonio cultural y fomentar el desarrollo, la comercialización y la promoción del turismo relacionado con el patrimonio cultural.
Los objetivos específicos son:
- Mitigar los impactos de la crisis COVID-19 mediante el desarrollo de la formación online y digital;
- Fomentar un espíritu emprendedor y proactivo;
- Mantener los puestos de trabajo de las comunidades locales en torno a los edificios históricos;
- Aumentar la visibilidad del patrimonio cultural europeo común, en línea y fuera de línea, para dar a conocer y promover el patrimonio cultural relacionado con las casas históricas;
- Promover el turismo relacionado con el patrimonio cultural y revitalizar las zonas rurales.
Para alcanzar estos objetivos, se producirán los siguientes resultados:
IO1 – Innovación digital en la gestión del patrimonio cultural privado: guía y buenas prácticas.
IO2 – Plan de estudios HERIT.
IO3 – Contenidos de formación de HERIT.
IO4 – HERIT MOOC.